miércoles, 22 de junio de 2011

Aprender a Enseñar Geometría en Primaria. Una experiencia en Formación Inicial de Maestro

Colección: Cuadernos para la Formación del Profesorado de Matemáticas

Autores: Lorenzo J. Blanco Nieto; Janeth A. Cárdenas; Rosa Gómez del Amo; Ana Caballero Carrasco. Universidad de Extremadura


Es nuestra intención, con esta publicación presentar una propuesta metodológica basada en una experiencia desarrollada durante algunos años en un aula de formación inicial de profesores de primaria. Por ello, el formato de la primera parte sigue el desarrollo de las actividades del aula, con observaciones sobre el proceso de interacción profesor-estudiantes para Maestros (EM) y entre los estudiantes, así como reflexiones que surgen en el aula, que tienen su fundamento en experiencias anteriores o en aportaciones de diferentes autores. Por ello, además, el lenguaje utilizado es coloquial y reflejo del trabajo desarrollado en el aula.
Trabajando sobre “la clasificación de los cuadriláteros” e iniciando “la simetría axial” queremos mostrar una secuencia metodológica que podría ser desarrollada de forma similar, en el aula de Primaria. De esta manera, seguimos las recomendaciones que nos sugieren un cierto paralelismo entre la enseñanza recibida por los estudiantes para profesores y la que posteriormente queramos que desarrollen en los Centros de Enseñanza Obligatoria, que se complementan con reflexiones sobre la enseñanza y aprendizaje (E/A) de la Geometría escolar que serán, posteriormente, fundamentadas en aportaciones teóricas. Ello posibilitará la generación de un metaconocimiento sobre la enseñanza de las Matemáticas y que los EM doten de significado a las actividades que se desarrollen. Además, mostramos los diferentes aspectos que hay que considerar en la construcción de los dos contenidos señalados.
Finalmente, y dado que el contexto es un aula de formación inicial mostramos las dificultades que, los Estudiantes para Maestro tienen cuando afrontan la tarea y algunas aportaciones de autores que han trabajado sobre la E/A de la Geometría escolar.

Índice
1. Introducción
2. Experiencia sobre la introducción de los cuadriláteros
2.1. Iniciamos las actividades
2.2. Creamos figuras y construimos los cuadriláteros
2.3. Visualizamos y analizamos las propiedades de los cuadriláteros
2.4. Consolidamos el estudio de los cuadriláteros
2.5. Formalizamos y evaluamos los contenidos matemáticos
2.6. Sintetizamos el proceso metodológico desarrollado

3. Introducción a la Simetría axial
4. Fundamentación del proceso metodológico: El Modelo de Van Hiele
5. Referencias bibliográficas
6. Bibliografía sobre Enseñanza/Aprendizaje de la Geometría

lunes, 13 de junio de 2011

ACTO SOLIDARIO CON LORCA

ACTO SOLIDARIO EN LA PLAZA DE TOROS ORGANIZADO POR 26 RESTAURANTES DE LA CIUDAD.
La comida benéfica a favor de Lorca reúne a unas 275 personas
Los organizadores estiman una recaudación superior a los 3.000 euros.
Los alimentos que no se consumieron se entregaron a un comedor social.

13/06/2011 B. CASTAÑO La Crónica de Badajoz


La comida benéfica para recabar fondos con destino a los damnificados por el terremoto de la localidad murciana de Lorca reunió ayer en la plaza de toros de Badajoz a unas 275 personas, según fuentes de la organización. Los comensales pudieron degustar --tras una parrillada previa para abrir boca-- el menú elaborado por 26 restaurantes de la ciudad, promotores de la iniciativa, que han contado con la colaboración altruista de empresas proveedoras, entidades y personal de los propios establecimientos para hacer posible este evento.

A falta del cierre definitivo de la recaudación, los organizadores estimaban que el dinero recabado podría superar los 3.000 euros (incluidas las entradas de la mesa cero). A esta cantidad, según los promotores, se sumará una aportación del ayuntamiento, que el alcalde, Miguel Celdrán, comprometió ayer durante su visita.

Bajo los tendidos se dispusieron mesas con 500 sillas y un escenario, donde actuaron la cantaora Esther Merino y las murgas Al-Maridi y Los 3 W. La charanga La Jara amenizó también la jornada. Además, se instaló en el exterior de la plaza un castillo hinchable y hubo juegos infantiles.

Los 26 cocineros prepararon más de 70 kilos de ternera estofada, arroz con 60 kilos de carne de ibérico, gazpacho y ensalada campera. Además había había panceta, chorizo y morcilla para la parrillada (25 kilos de cada uno); 1.500 panes; más de una docena de barriles de cerveza, vino agua y helados, según explicó Fernando Bárcena, uno de los cocineros. La comida que sobró se entregó al comedor social de Martín Cansado.

Andrés acudió a la comida solidaria con familia y amigos. "Queremos colaborar con el pueblo de Lorca como colaboraron con Badajoz cuando ocurrió la riada", señaló.

Antonio García Salas, de Saborea Badajoz, iniciativa de la que forman parte los restaurantes, destacó el esfuerzo de hosteleros y colaboradores, "que han demostrado un compromiso que es de agradecer", dijo.

Durante el acto, se aprovechó para hacer entrega a Manos Unidas de los 9.360 euros recaudados por la Económica para Haití, que servirán para ayudar a financiar la ampliación de una escuela.

domingo, 5 de junio de 2011

El 'Prometeo' deseado

06.06.2011 - HOY - DOLORES PALLERO ESPADERO
VICEPRESIDENTA PRIMERA EN FUNCIONES DE LA JUNTA DE EXTREMADURA

Cuando tomé la decisión de participar activamente en política sopesé el significado de esta opción e interioricé para siempre los postulados que rigen mi concepto de la sociedad, y de la vida. Yo, creo en la socialdemocracia porque creo que es la forma más justa e igualitaria de ordenarnos como sociedad, y nunca voy a negarla, pero también es cierto que todos estos postulados deben seguir siendo complementados y seguramente, redefinidos, en un mundo en constante cambio y cargado de incertidumbres.
Hoy todo se pone en cuestión, y tras asistir perpleja durante estos días a una nueva deriva de ataques a la persona de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, veo la oportunidad de hacer ver algo de esta experiencia personal para mostrar algunas realidades que quedan lejos de lo que publican los periódicos o se habla en infames tertulias televisivas desposeídas del uso de la lógica.
Las convicciones políticas sirven para tomar una opción de vida, una forma de relacionarse con la sociedad que nos rodea, una versión poderosamente arraigada en cada uno de nosotros. La palabra 'política', no implica nada peyorativo, muy al contrario, es la propia naturaleza de los hombres la exterioricemos como la exterioricemos.
Pero esto hay que completarlo. La política la hacen las personas y yo puedo decir sin tapujos que a mí, como a muchos otros que me han rodeado y me rodean en esta apasionante tarea, hay una persona que nos ha ayudado a completar y a hacer mucho más humanas nuestras convicciones, y sí, esa persona es Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
Quien fuera presidente de la Junta de Extremadura durante 24 años es sinónimo de honestidad y de coherencia política, sin ningún matiz, y es por eso por lo que me niego a seguir asistiendo a un espectáculo de desprestigio mediático y vulgar que se ampara en un dudoso ejercicio del periodismo y muchas dosis de odios generados a base de impotencias.
Juan Carlos para Extremadura ha sido el albañil, médico y maestro de escuela, pero sobre todo un referente en una Extremadura que con la autonomía empezaba a tomar las riendas de su propio destino. Un hombre que ha dedicado su vida a luchar por las libertades de las que hoy disfrutamos y por la Extremadura que hoy conocemos. Es de todo punto inadmisible que se pretenda demonizar su figura usando argumentos vacuos y mentiras.
En esto, seguro, no me equivoco. Yo puedo asegurar que durante 24 años al frente del gobierno regional, Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha sido el más honesto y honrado de los políticos, y que ahora se le pretenda condenar por los gastos de la puesta en marcha y mantenimiento de un organismo como es la oficina de quienes hayan ostentado la Presidencia de la Junta de Extremadura, se me antoja sencillamente injusto, sabiendo que jamás Rodríguez Ibarra ha pretendido hacer uso de lo público para nada más que no fuera el buen desarrollo de sus responsabilidades, exactamente lo que le habían encomendado los ciudadanos durante seis legislaturas consecutivas, pese a quien pese.
Juan Carlos Rodríguez Ibarra, aunque algunos se empeñen en lo contrario, siempre podrá mirar orgulloso a los ojos de cualquiera porque no tiene nada que ocultar, podrá siempre decir que dejó sus tareas de gobierno y se marchó a su puesto de profesor universitario con el mismo patrimonio personal con el que llegó: sus firmes convicciones políticas, su inigualable capacidad de liderazgo, su coherencia como político y su honestidad personal; nada más y nada menos. No es verdad que comprara un edificio para su uso (lo adquirió la Asamblea y es patrimonio de la institución), no es verdad que haya firmando ni una sola factura de compra de vino para su consumo o el de otros (y lo ha demostrado), ni es verdad que lo gastado en "lencería" (que a pesar de las malas conciencias no es más que la tradicional nomenclatura contable para referirse a la ropa a la que tienen derecho ciertos funcionarios públicos por las peculiaridades de sus trabajos, como los escoltas asignados por el Ministerio del Interior).
Juan Carlos también quiso renunciar a la escolta y el Ministerio la mantuvo, y sus motivos tendrá; seguramente porque su compromiso político siempre fue más allá del que se derivaba de sus responsabilidades al frente de la Junta de Extremadura. Y renunció a la asignación económica a la que hubiera tenido derecho como expresidente. Pero sobre todo, me niego a aceptar que quien durante 24 años no cambió ni una sola silla de su despacho o las cortinas que lo adornaban, como pudieron comprobar cientos de extremeños que por allí pasaron, aparezca ahora como un obsesivo depredador de gustos exquisitos.
Hoy, una información manipulada y tendenciosa puede conseguir que todos giremos durante unos días en torno a banalidades e insultos y que perdamos la necesaria perspectiva. Yo me niego y reivindico nuevamente la memoria palpable del político que es y será Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Y sobre todo; reivindico la verdad, aunque esta no venda. Por todo ello, pareciera más bien que Juan Carlos Rodríguez Ibarra es un 'Prometeo' deseado por quienes buscan alimentarse una y otra vez de su hígado, aunque para su desgracia lo único que encuentran es el sabor mediocre de sus propias bilis.
No escribo este artículo para defender a Juan Carlos Rodríguez Ibarra porque a estas alturas no tiene nada que demostrar, ni tampoco para mostrarle mi amistad, que de sobra conoce, sino porque me resulta realmente aberrante lo que tratan de hacer con una buena persona que, después de toda una trayectoria intachable, sencillamente, no se lo merece, y contra eso me revelo por injusto.

jueves, 2 de junio de 2011

¿Dónde estamos y qué queremos?

02.06.2011 -Tribuna de Opinión .- HOY -
LORENZO J. BLANCO NIETO
PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA


PROBABLEMENTE sea de los pocos políticos románticos que todavía siguen creyendo en las ideologías o, al menos, en que hay diferentes visiones sobre lo que pasa en el mundo y sobre qué podría hacerse. Esto sucede en muchas facetas de la vida. Así, en la música o el arte, manifestamos diferentes tendencias que unas veces permanecen y otras no. En ocasiones se funden con otros movimientos surgiendo nuevas formas de pensamiento o expresión.
Soy de los que sigue pensando que todavía tiene sentido hablar de derecha y de izquierda, aunque es verdad que ahora es más difícil marcar los límites. Ante la pobreza y/o la injusticia, ante las desigualdades sociales y territoriales, ante la distancia entre los mundos numerados, se dan causas y se realizan propuestas diferentes según la visión que adoptemos. Otra cosa sea la situación confusa y apática a la que nos está llevando la crisis social, cultural y económica en la que estamos o las respuestas inmediatas para salir del paso.
Y me viene esta reflexión a propósito del comentario que oí cuando estaba en el colegio electoral para votar el día 22 de mayo. Entraba a mi lado una pareja de jóvenes y se preguntaban a quien iban a votar. El chico, con seguridad, mostró su pensamiento: «Da igual votar al PSOE que al PP, porque son iguales». Me entristeció esta reflexión, compartida por muchos ciudadanos, porque refleja una situación de rechazo a la actuación de los políticos.
Es evidente que no culpo, de esta situación, a la pareja ni a los que así piensan, como tampoco culpo a mis alumnos cuando no soy capaz de comunicarles mi entusiasmo por la enseñanza de las matemáticas. Y, es por ello, que la pregunta debe ser similar en ambos casos: ¿qué estamos haciendo mal para que no seamos capaces de transmitir un mensaje que consideramos con principios y valores diferenciados? ¿Por qué nos da miedo identificarnos con unos principios ideológicos que aceptamos como válidos? Me niego a pertenecer al mundo del pensamiento único. 'Que paren el mundo que me bajo', decía uno de esos grafitis tradicionales.
Pero, también, existen otras corrientes de opinión y acción. Así, la protesta juvenil de estos días me ha vuelto a llenar los pulmones de aire fresco. No les gusta el camino ni la marcha de la sociedad actual, y quieren participar en las cuestiones que les afectan, sobre todo porque se trata de su futuro. Es decir, quieren que se tenga en cuenta su opinión, su participación y por ello están dispuestos a manifestarse. Dan muestra de solidaridad entre ellos, son capaces de aguantar las provocaciones, de elaborar un discurso con argumentos que no podemos refutar pero que nos molestan porque cuestionan la sociedad que les estamos dejando. Y, sobre todo, lo que ha puesto de manifiesto es que hay una fractura entre las normas y directrices de los dirigentes de la sociedad actual y los sentimientos y propuestas que surgen del colectivo juvenil. Me gusta que los jóvenes sean rebeldes y lo manifiesten. «Me gustan mis errores y no quiero renunciar a la libertad maravillosa de equivocarme», indica otra frase de Charles Chaplin que cuelgo en mi despacho como recordatorio permanente.
Dos situaciones que reflejan un mismo sentimiento aunque con dos actitudes diferentes que manifiestan cierto inconformismo. Una de resignación y otra de rebeldía. Es evidente que me quedo con esta última.
No sé si es la crisis o más bien la gestión de la crisis pero la situación es que vivimos un momento con una mínima participación social. Y lo que es más grave, en numerosas ocasiones se promueve, manipula y orienta desde las instituciones con un sentido claro de control. Hemos llegado a una situación en la se va a votar como una costumbre social más que como una acción para promover el cambio o el deseo de que prevalezca un programa o unas ideas que, entendemos, son las más adecuadas para nuestra comunidad. En cierto sentido se ha perdido ilusión y confianza en que las cosas pueden ser distintas. Es como si la crisis nos hubiera aplastado.
En estos días digo que estoy indignado, pero también comparto con S. Hessel que la indignación debe ir acompañada de compromiso. El inconformismo y/o la indignación deben llevarnos a profundizar y clarificar el mensaje que queremos transmitir. Analizar cuáles son los principios básicos que aceptamos y cuáles no, y sobre los que basaremos nuestras acciones. Buscar los caminos de la colaboración más que los de la confrontación. Encontrar redes que nos permitan comunicarnos con los diferentes componentes la sociedad del siglo XXI, y que nos permitan ilusionar y convencer a través del discurso y el trabajo más que desde el engaño o la prebenda. Y, ello sólo es posible desde el compromiso generoso sin tener en nuestra cabeza posibles recompensas. Creo que ello es necesario si queremos tener un futuro esperanzador. Como decía al inicio, un político romántico.